Existen acontecimientos que escapan a la razón humana, llenos de
misterio y sin aparente explicación. Mitos, leyendas, episodios
sobrenaturales. Hoy les presentamos uno de estos grandes misterios: la
enigmática construcción de las Piramides de Egipto.
Las pirámides de Egipto son las edificaciones más grandes y precisas del
mundo antiguo. Cada pirámide real era la tumba de un faraón. A
diferencia de los palacios, hechos de abobe, las pirámides se construían
con piedra para que duraran eternamente. Los textos escritos en los
muros de las cámaras mortuorias indican que las pirámides eran una
especie de plataforma de lanzamiento. Su propósito era proyectar al
cielo el alma del faraón muerto, que viviría por siempre entre las
estrellas imperecederas.
La primera pirámide fue una construcción escalonada que se edificó para
el faraón Zóser, entre 2630 y 2611 a.C. Tiene 60 m (197 pies) de alto y
también fue la primera tumba real de piedra. Antes se sepultaba a los
faraones en tumbas de adobe o mastabas. Al arquitecto de Zóser, Imhotep,
se le ocurrió la revolucionaria idea de colocar seis mastabas de piedra
de tamaño decreciente, como una escalera que serviría al faraón para
subir al cielo.
Alrededor de 2550 a.C., el faraón Keops (que gobernó de 2589 a 2566
a.C.) levantó la mayor pirámide de todas: la Gran Pirámide, de 147 m
(481 pies) de alto. El diseño es muy preciso: sus lados se orientan al
norte, sur , este y oeste. En la base tiene más de 230 m (755 pies) de
largo, y asombrosamente la diferencia entre el lado mayor y el menor son
sólo 20 cm (8 pulgadas). La Gran Pirámide de Keops tiene 2.300.000
bloques de piedra caliza de entre dos y quince toneladas cada uno. Uno
de sus grandes misterios: la relación matemática perfecta, el doble de
la longitud de sus lados por su altura, el famoso número Pi.
Keops cambió dos veces el interior de su pirámide. Algunos pasadizos
llevan a tres cámaras, en principio trazadas para el sarcófago del
faraón. De las dos cámaras superiores salen angostos conductos de
ventilación a la superficie. Los primeros exploradores llamaron Cámara
de la Reina al segundo recinto inconcluso, pero no tiene relación con
alguna reina.
Misterios y... ¿maldiciones?
Howard
Carter descubrió la tumba de Tutankamón un 17 de febrero de 1923 de la
expedición que lo acompañaba, en los 6 años posteriores, 35 personas
murieron en condiciones misteriosas. incluso, el perro de Lord Carnavon
murió de un infarto fulminante. Una inscripción grabada sobre tu tumba,
desató el miedo: “La muerte golpeará a quien perturbe el sueño del
Faraón”
O qué decir del hundimiento del Titanic. Poco saben que en el Titanic,
un inglés llevaba en las bodegas la momia de una pitonisa de la época de
Amenofis IV. Esa momia llevaba un brazalete cuya inscripción
rezaba: “Despierta de tu postración y el rayo de tus ojos aniquilará a
todos aquellos que quieran adueñarse de ti”
Son dos sucesos entre otros muchos que se han producido a quien de un
modo u otro han estado relacionados con aquel pasado egipcio, y que han
servido para que la construcción de las pirámides esté envuelta de un
halo misterioso que aún hoy se intenta desvelar.
Misterios sobre su construcción
El
arqueólogo alemán Guenter Dreyer formuló en el año 2005 una teoría
según la cual la construcción de las pirámides es una sucesión de
montículos y muros que se iban superponiendo, de modo que una pirámide
no es sino un desarrollo del concepto de la mastaba, a la que se le iban
añadiendo muros.
El primer gran misterio en la construcción de todas las pirámides y al
que se enfrentan todas las teorías, es el de la elaboración de las
grandes piedras de las que se hacían uso. Se cree que las piedras se
clasificaban según su dureza y apariencia, en caliza, arenisca,
alabastro y granito.
Los egipcios usaban los estratos de mayor calidad y extraían mediante
galerías los materiales más resistentes a la intemperie. Los bloques se
cortaban con forma cuadrada o rectangular, y para tallarlos y cortarlos
se usaban mazos de madera y herramientas de cobre y bronce. Hasta hace
unos años, se pensaba que en las hendiduras se introducían cuñas que al
mojarse, se expandían y separaban la piedra. Pero dadas las herramientas
existente, ahora se afirma que se introducían cinceles y se calzaban
con cuñas, de modo que la presión era doble. Para las piedras duras se
golpeaban con un mazo de piedra dolerita. Otra teoría afirmaba que se
encendían fuegos y así el granito, por el calor, se rompía.
La más fundamentada teoría sobre su construcción es la que se basa en
escritos de Herodoto, quien describía con todo lujo de detalles la
construcción de la Gran Pirámide de Gizeh. Según el historiador la
pirámide fue construida en 20 años y con 3.000 trabajadores.
La pirámide constaba de varias alturas, en las que se situaban poleas,
de modo que una vez llegaba la piedra a una de esas alturas, la polea la
levantaba a la siguiente y así sucesivamente. Pero dado que no había
herramientas similares en esa época, pronto se desechó, aunque sirvió
para elaborar aquellas otras teorías que hoy resultan más convincentes:
de todos los bloques se procuraban encajar los externos, los visibles,
de modo que la construcción pareciera perfecta, pero los internos se
soltaban y luego se rellenaban los huecos con barro y piedra.
Estos bloques se subían por rampas exteriores, y a través de una especie
de patines por los que rodaban. De ellos tiraban unas poleas y se
ayudaban de palancas. Al mismo tiempo que se iba ganando altura, las
partes acabadas se iban recubriendo a fin de reafirmar el terreno y las
pendientes. La punta de la Gran Pirámide se recubrió con un gran
piramidón de oro. Finalmente, esas rampas exteriores, al no estar bien
ancladas, se habían perdido con el paso del tiempo.
Esta teoría echó por tierra aquella otra por la que se postulaba que
sólo existía una gran rampa que ascendía desde la base, en línea recta,
hasta el vértice, cosa bastante ilógica si se tiene en cuenta que con
una pendiente así, sería materialmente imposible subir las grandes
piedras.
La última y gran teoría ha sido la publicada hace no mucho tiempo, según
la cual el francés Jean Pierre Houdin afirma que esas rampas existieron
realmente, pero por el interior de la pirámide.
Esta rampa interior en forma de túnel, facilitaba la construcción de la
pirámide desde el interior al exterior, y por ello requería de menos
herramientas, y ninguna polea. Según el francés, hubo dos retos:
construir la propia pirámide, y luego la cámara funeraria. Inicialmente,
para las primera alturas, se usó una rampa exterior. A partir de ahí,
se construyó la rampa en espiral a lo largo de la cual iban colocándose
las piedras. Las esquinas se tapaban posteriormente. Para los bloques
superiores de la cámara funeraria, afirma que se usaron contrapesos que
ayudaban a alzar las piedras.
Y, por último, para los amantes de las creencias extraterrestres, por
supuesto, no podía faltar la hipótesis de la intervención de seres de
inteligencia superior.
Von Daniken afirma que hoy día, nadie podría construir una pirámide con
la perfección de la de Keops, y si eso es así, la implicación es clara,
según él… sólo seres superiores pudieron aportar las técnicas y
conocimientos para su construcción. Entre sus seguidores, el propio J.J.
Benítez. quienes afirman que no sólo las pirámides tienen implicaciones
extraterrestre, sino otros muchos monumentos, como Macchu Pichu o
Chichén Itzá.
Fuentes: "Grandes misterios"
Fuentes: "Grandes misterios"
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